25 enero 2007

Etica (Spinoza) - Cadena

ETICA DEMOSTRADA SEGÚN EL ORDEN GEOMETRICO

“BARUCH SPINOZA”

Por: Yina Cadena González

“Algunos filósofos como Thomas Hobbes y Baruch de Spinoza han argumentado que el creer en Dios se origina del temor y la superstición. Y los simpatizantes de Sigmund Freud y Karl Marx han argüido que la ilusión persiste porque creer en Dios satisface el deseo de tener un padre protector e inmortalidad, o actúa como analgésico contra la miseria y sufrimiento de la existencia humana.”

Si Platón decía que conocemos cuando recordamos, Spinoza señala que esto es posible sólo cuando conocemos a Dios.

“Todos cuantos entienden la filosofía como libertad de pensamiento y espíritu crítico, sin duda, consideran a Spinoza como su mejor representante.”

Para adentrarnos en la filosofía y el pensamiento de Spinoza debemos primero tener algunos conceptos claros como sustancia, atributo, modo y Dios.

Entendiendo por sustancia la causa de sí misma, esto significa que si esencia implica su existencia ( la existencia de Dios y su esencia son uno y lo mismo) contrariamente como sucede a las cosas, en estas su esencia no conlleva su existencia, cuya causa es la sustancia pues su ser; su existencia, depende de la sustancia, la sustancia es autosuficiente, no depende de nada más sino de sí misma y por ello es Dios, solo Dios es sustancia y solo existe una única sustancia o ser absolutamente infinito y que esta constituido de infinitos tributos.

Los atributos son diferentes expresiones de las sustancias. Dos de estos atributos son la cosa extensa y la cosa pensante que son atributos y no sustancias como sostiene Descartes, esto desde la perspectiva de Spinoza es imposible, pues dos sustancias no pueden coexistir, para él, la cosa extensa corresponde al cuerpo y la cosa pensante al alma, ambas como atributos.

Los modos constituyen manifestaciones de la sustancia. Algunos son atributos de la realidad (cuerpo y mente) que dependen lógica, causal y metafísicamente de los atributos infinitos de la única sustancia, y otros, pueden ser infinitas formas de la sustancia como el hombre. Los modos pueden ser infinitos o finitos, los primeros pueden ser mediatos e inmediatos. Los medios infinitos inmediatos son aquéllos que caen inmediatamente bajo los atributos de la sustancia.

Para los dos atributos conocidos, pensamiento y extensión, tenemos dos modos infinitos e inmediatos: el modo material y el modo mental, el modo infinito inmediato material puede ser descrito como la extensión en su modo de ser extensión. El modo infinito inmediato mental puede ser descrito como el pensamiento en su modo de ser pensamiento. El mundo físico es el modo infinito inmediato extenso y el mundo pensante es el modo infinito inmediato pensante. Puede verse como en cada caso lo que se va expresando o manifestando es una unidad menos completa y perfecta que la unidad que la precede lógica y metafísicamente, cuando de lo infinito pasamos a lo finito tenemos los modos finitos, puesto que solamente conocemos los atributos d la extensión y del pensamiento.

Dios, para Spinoza Dios es omnipotente, omnipresente, omnisciente y libre, es Dios que al crearlo todo y poderlo todo no está determinado por nada ni por nadie y por lo tanto es libre. Dios se asemeja alo que es en sí la naturaleza de las cosas que para Spinoza es lo que determina todo lo que hay en este mundo.

De acuerdo con lo anterior, ¿cuál es la suprema felicidad del hombre y porque el hombre cree que es libre? La felicidad para Spinoza se encuentra en uno mismo, es encontrar aquello que me hace crecer y evitar lo que me empequeñece, el hombre desea vivir bien y felizmente de acuerdo con la razón, cuanto más se esfuerza cada cual en buscar su utilidad, más encontrará la esencia de su ser.

Nadie puede desear ser feliz, obrar bien y vivir bien, si no desea al mismo tiempo ser obrar y vivir, esto es, existir en acto, el deseo en efecto de vivir felizmente está en el obrar bien.

Los hombres nos encontramos ante una libertad necesaria que se encuentra en las antripodas de una libertad entendida como indiferencia, el hombre libre no es aquél que se ve envuelto en procesos de decisión o de deliberación pero si lo es el que vive ineluctablemente sometido al frío dictamen de la razón. Lo propio de la razón es conocer las cosas como necesarias y como meramente contingentes. La libertad por tanto esta ligada con la afirmación y conservación del ser propio en ajuste a las leyes necesarias a que tal ser se encuentre sometido.

Es importante relacionar a Spinoza con Descartes. La conexión del futuro idealismo con Descartes se realizó sobre todo a través de Spinoza; que completó la operación cartesiana dándole mayor coherencia interna. Si Descartes, después de la supuesta intuición inmediata del espíritu (pensamiento del pensamiento: cogito, ergo sum), para garantizar tanto el espíritu (res cogitans) como la materia (res extensa), necesitó recurrir a la idea de Dios, Spinoza radicalizó esa «conexión» entre espíritu y materia, poniendo directamente como inicio absoluto de la filosofía la intuición inmediata de Dios.

Por lo anterior creo importante realizar una leve comparación entre estos dos autores; respecto de lo que se considera sustancia y moral; para Spinoza Dios es la única sustancia ya que solo existe un ser absolutamente infinito, perfecto y con infinitos atributos, dos sustancias no pueden coexistir; para Descartes, existen tres sustancias en la realidad: la sustancia pensante (el alma), la sustancia extensa ( el cuerpo) y la infinita (Dios).

Para Spinoza la moralidad es el deseo de hacer el bien que nace del hacho de vivir según la guía de la razón, Spinoza planteó una moral provisional mientras alcanzamos el fin supremo, cuyos principios no deben emanar de la naturaleza sino de una convención. Descartes, por su lado, planteó también una moral provisional para la cual estipuló tres máximas:

  • Obedecer las leyes y costumbres de su país y conservar la religión que le han inculcado
  • Apartarse de las opiniones externas y regirse por las moderadas y también entre varias opiniones acertadas, escoger las moderadas.
  • Creer que solo nuestros pensamientos nos pertenecen y dependen de nuestro libre arbitrio, no desear los bienes que están fuera de nosotros, aunque fueren posibles de obtener, así la pérdida de ellos no debe producirnos más pena que la de no ser dueños.

Para Spinoza la realidad es una realidad eminentemente positiva: es escénica, necesariamente existente, infinita, eterna y plena. Ocupa todo lo que es y no puede estar limitada, por eso los atributos de la sustancia son infinitos, pero esto no significa que esta realidad sea perfecta, ya que lo único perfecto es la esencia, Dios. En conclusión, en lugar de afirmar entre Dios y el mundo una relación de causalidad, Spinoza afirma una relación de pertenencia del mundo a Dios: el mundo es manifestación o exteriorización de la única sustancia divina, en infinitos modos o determinaciones finitas, que por ser tales son negativas de la infinitud de la sustancia: toda determinación es negación.

La ventaja es que el hombre al convencerse de que obra solo porque Dios quiere que así sea, lo tranquiliza en el reconocimiento de la voluntad a que está sometido y abandone la pretensión de ser recompensado por Dios al ser un hombre virtuoso, además se vuelve fuerte contra los cambios de la fortuna.

Solo Dios es sustancia y solo existe una única sustancia o ser absolutamente perfecto e infinito que consta de infinitos atributos, existe necesariamente ya que su esencia implica su existencia y es la causa necesaria de todo cuanto existe.

Tenemos, pues; en Spinoza un monismo (afirmación de una única sustancia), pero en cuyo seno vive aún la dualidad cartesiana de materia y pensamiento. Tenemos ya un precursor más inmediato del marxismo que Descartes.