05 marzo 2007

El overlapping consensus de John Rawls (Rawls) Peñaranda Urbina

EL OVERLAPPING CONSENSUS DE JOHN RAWLS

Por Adriana Paola Peñaranda Urbina

En su libro, “El Liberalismo Político”, el famoso filósofo político contemporáneo, John Rawls, toma como punto de partida una pregunta, denominada por él mismo como pregunta fundamental, siendo tal la de cómo puede persistir a lo largo del tiempo una sociedad estable de ciudadanos, libres e iguales, que andan profundamente divididos por doctrinas religiosas, filosóficas y morales, todas ellas razonables.

Si bien John Rawls establece a lo largo de su obra diversos temas como el del Pluralismo Razonable, la Teoría de la Posición Original, la Concepción Política de la Justicia, un Sistema Equitativo de Cooperación, entre otros, como requisitos sin los cuales es imposible llegar a obtener la respuesta a la mencionada pregunta básica, estimo pertinente centrar el estudio en todo aquello referente al Overlapping Consensus o Consenso Entrecruzado, planteado por el autor, puesto que es con éste concepto se logran responder varias de las dudas que se generan una vez se da inicio a la lectura del texto.

En la medida en que queramos responder el por qué dadas las diversas doctrinas existentes es posible la permanencia en la misma sociedad, hemos de tener pleno entendimiento de la idea de un Consenso Entrecruzado.

Una sociedad democrática moderna, está compuesta por un gran número de doctrinas religiosas, políticas, sociales, que pueden llegar a ser incompatibles entre sí y, como consecuencia de ello, hemos de suponer que no todos los ciudadanos adoptarían unánimemente una de ellas. Es en este punto donde entra a jugar papel importante el Consenso Entrecruzado pues da cabida a la posibilidad de la generación de estabilidad, pese a la existencia de un sinnúmero de doctrinas.

Pero, según los planteamientos del autor, ¿cómo es que se pude generar tal estabilidad muy a pesar de la existencia de gran variedad de doctrinas?

Pues bien, plantea Rawls que, en la medida en que se pretenda asegurar la estabilidad, “la concepción política de justicia debe admitir como igualmente racionales y razonables todas las concepciones que se muevan en el escenario político, moral y religioso de una sociedad que ha de considerarse democrática y moderna”.1

Así, se debe dar cabida a todo tipo de posibilidades de expresión política pues el pluralismo no puede finiquitar la unidad y justicia existentes en la estructura social.

Dada la aceptación del pluralismo de concepciones dentro de la sociedad, desde la perspectiva del Overlapping Consensus, debe establecerse que tal pluralismo goza de la connotación de pluralismo razonable, pues éste mismo es el que da cabida a la posibilidad de enfrentar el problema fundamental del liberalismo político, problema que radica en la existencia de una sociedad con ciudadanos iguales y libres pero profundamente divididos por las doctrinas que predican.

El liberalismo político halla su punto débil precisamente en la necesidad de establecer una base pública razonable, entendiéndose por razonable no todos los valores sino solamente aquéllos de orden político que conllevan a la búsqueda de una base pública de justificación.

En cuanto al tema de la estabilidad, ha de concluirse que éste mismo juega papel importante en la obra “El Liberalismo Político” ya que, al llegarse a ella, los ciudadanos podrían afirmar una misma concepción política, en que se vea la justicia como un sistema equitativo de cooperación y, donde todos adopten unos mismos principios con la certeza de que estos serán acatados por el total de la sociedad.

La idea básica del Liberalismo Político es la de lograr un Consenso Entrecruzado de doctrinas razonables. Propende, asimismo, por el desarrollo de una concepción política de la justicia, que de ser analizada detalladamente no es nada distinto a una concepción moral y que, al estar sustentada sobre bases morales, toma en cuenta las concepciones de la sociedad y los ciudadanos, reafirmando así los principios de la razón pública.

Este consenso entrecruzado conlleva a la estabilidad en tanto en cuanto las perspectivas que lo conforman no se aíslan por ganar o perder poder político. Con él, tampoco se pretende establecer un consenso en cuanto a las autoridades o principios que han de regir.

Al permitirnos hablar del Consenso Entrecruzado, vale entonces anotar que con él no se pretende imponer un ideal de principios, sino que se genera la posibilidad de dar cabida a un pluralismo razonable pero el cual se sustente en una concepción política de la justicia. En tal sentido, cabe destacar que sólo una concepción política de justicia puede servir de base a la razón pública ya que en ella los principios y valores políticos constitucionales son de tal amplitud que permiten integrar y superar los valores que entran en conflicto.

Es importante el énfasis constante que hace Rawls con el fin de aclarar que la idea del Consenso Entrecruzado ha de tomarse como una visión política de corte liberal que, si bien pretende ganar el apoyo de los ciudadanos, da cabida a las diversas doctrinas comprehensivas que pueden hallarse en conflicto. Como consecuencia de lo anterior, plantea Rawls que “la estabilidad no puede ser el resultado de imponer la concepción política de la justicia a quienes no la comparten o se rehúsan a actuar conforme a ella”2.

Por último, vale decir que el Overlapping Consensus o Consenso Entrecruzado planteado por John Rawls, se fundamenta en lo que se denomina Concepción Política de la Justicia, lo cual ha de considerarse acertado pues parte de la necesidad de establecer una sociedad en la que se den cabida a doctrinas de diversa índole pero en la que, pese a tal pluralidad, todos sus miembros están en la búsqueda de unos fines comunes.

1 CARVAJAL CORREA, Carlos Alberto. El Overlapping Consensus de John Rawls. Revista de Ciencias Humanas, Vol. 4, No. 13, Página 12-18, Septiembre de 1.997.

2 CARVAJAL CORREA, Carlos Alberto. El Overlapping Consensus de John Rawls. Revista de Ciencias Humanas, Vol. 4, No. 13, Página 12-18, Septiembre de 1.997.