05 marzo 2007

Principios de la moral (Hume) Gaviria

Investigación sobre los principios de la moral

Por Angélica Gaviria Sanin

David Hume a lo largo de su obra se pregunta si los fundamentos de la moral se desprenden de la razón o de los sentimientos, en donde la razón son los juicios de valor que nos hacemos y los sentimientos son de uno mismo o de la sociedad, para concluir que tanto la razón como el sentimiento se hallan presentes en casi todas nuestras determinaciones y conclusiones morales, pues los juicios morales expresan principalmente nuestras sensaciones.

Creo que el autor acierta en la medida en que la razón y los sentimiento son elementos indispensables de nuestra condición humana y que no solo los juicios morales, sino la acción humana en general está determinada por estos dos aspectos, aunque hay que tener en cuenta las dos clases de sentimientos de las que nos habla en su obra y de la utilidad de estos dos ya que esta determina el punto de encuentro entre la razón y los sentimientos.

Pues es la razón la única facultad humana que permite determinar si una cualidad o una acción son beneficiosas a nosotros mismos o a la sociedad, pero no por ello es correcto afirmar que la razón sea suficiente para producir una censura o una aprobación moral.

Otro aspecto determinante en la reflexión moral de Hume, que me llamo la atención fue la alusión al carácter, el cual tiene rasgos viciosos y virtuosos.

Quien se ve beneficiado con una acción humana determinada, es decir, aquél a quien dicha acción resulta útil, calificará a su actor como “virtuoso” y dicho actor al ver la reacción de placer experimentada por el beneficiado, experimenta a su vez un sentimiento placentero. El juego de sentimientos “virtuosos” experimentados por los dos participantes, elevan la acción al calificativo de “virtuosa”; en contraposición a las acciones denominadas “viciosas”.

Algunos de los rasgos virtuosos son naturales, pero otros son creados o artificiales, en ningún evento y circunstancia es admisible que un hombre sea falto de espíritu o carácter, pues si se carece de carácter no se tiene el sentido de lo que se debe para consigo mismo.

Por eso para determinar si algo es virtuoso o vicioso debemos saber que tan útil resulta ya se a nosotros mismos o a los demás, pero para concluir esa utilidad el juicio es estudiado a la luz de la razón y de los sentimientos.